España se sitúa entre los 20 países con más riesgo de ébola

La expansión del brote de ébola desde África occidental al resto del mundo debido a los constantes movimientos humanos es un temor que, si bien hasta ahora estaba controlado, las autoridades sanitarias deben controlar. De hecho, según recoge un informe, España se sitúa en el puesto 19 entre los 30 países con mayor riesgo de contagio de ébola, tal y como recoge un análisis basado en patrones de desplazamiento y ritmo de contagio. Concretamente, el estudio determina que existe un riesgo del 14 por ciento de que se detecte un caso en territorio nacional, una cifra «relativamente baja» si se compara con los estados francófonos, como Bélgica, en donde el riesgo ronda el 40 por ciento, de acuerdo con las predicciones.
El máximo responsable del documento, el profesor Alex Vespignani, recordó sin embargo que a partir de niveles de riesgo superiores al 10 por ciento, «solo es cuestión de tiempo porque la probabilidad sube y sube», declaró en el Boston Globe. El docente consideró en este sentido que la mejor forma de detener el virus reside en sus países de origen.
«Si la respuesta mínima implica esperar nueve meses, vamos a encontrarnos con más muertes y con más obstáculos en el camino hasta el punto de que la situación podría descontrolarse», añadió a la revista Scientific American.

Más cerca. Entre los países peor parados está Francia, en donde existe un 75 por ciento de probabilidades de que el ébola llegue antes de la última semana de octubre. Esto se debe a que la población de las naciones más afectados -Guinea, Sierra Leona y Liberia- es francoparlante.
Por su parte, el porcentaje se sitúa en el 50 cuando se habla de hallar un caso en el Reino Unido, porque el aeropuerto británico de Heathrow es uno de los mayores puntos de tránsito del mundo.
Y aún aplicando estrictas medidas de seguridad, como por ejemplo la reducción del 80 por ciento de los vuelos a los epicentros de la epidemia, todavía existiría una posibilidad nada descartable (un 25 por ciento) de que el virus apareciera dentro de las fronteras galas, indica el estudio.
«Es una verdadera lotería», apuntaba el doctor Derek Gatherer, de la universidad británica de Lancaster, que durante los últimos meses ha estado estudiando el desplazamiento del virus, que ha matado a más de 3.400 personas desde su nueva aparición en marzo. Estos datos son actualizados regularmente en la web del Laboratorio de Modelos Sistémicos Biológicos y Socio-Técnicos (MoBS).
«Si esto sigue así, y dadas las predicciones, no solo va a seguir, sino que va a empeorar, solo es cuestión de tiempo que uno de estos casos termine con un avión con destino a Europa», concluyó.
Mientras, en los territorios de África más afectados el trabajo sobre campo continúa sin cuartel. ¿Qué he tocado? ¿Con quién he tenido contacto? ¿Estaba limpio el picaporte? ¿Debería desinfectarme las manos una vez más? Día tras día, el personal sanitario se enfrenta a estas preguntas. Su enemigo invisible es un virus que mata a más de la mitad de sus víctimas. «Aquí el miedo y el alivio, la esperanza y la tristeza, la vida y la muerte van de la mano», comentaba en su web Rosmarie Jah, de Unicef, desde Freetown, la capital de Sierra Leona.