martes, 7 de octubre de 2014

DEFINICIÓN DE COLOR



A la hora de poder determinar el origen etimológico del término color tenemos que retrotraernos hasta el latín pues allí nos encontramos con la palabra de la que procede aquel: color, que puede traducirse como “tinte” o “color”.
Color
El color es una sensación que producen los rayos luminosos en los órganos visuales y que es interpretada en el cerebro. Se trata de un fenómeno físico-químico donde cada color depende de la longitud de onda.
Los cuerpos iluminados absorben parte de las ondas electromagnéticas y reflejan las restantes. Dichas ondas reflejadas son captadas por el ojo y, de acuerdo a la longitud de onda, son interpretadas por el cerebro. En condiciones de poca luz, el ser humano sólo puede ver en blanco y negro.
El color blanco, en este sentido, es el resultado de la superposición de todos los colores. El color negro, en cambio, es lo contrario y se define como la ausencia de color. Cabe destacar que se conoce como colores primarios a aquellos que no pueden obtenerse a partir de la mezcla de otros colores.
Por ejemplo: “Mi papá se compró un coche de color azul”“Estoy buscando un pantalón de color negro que combine con mi nueva camisa”“Laura pintó su cocina de color verde agua”.
En este sentido, además hay que subrayar que existen varios tipos de colores. Más concretamente podemos hablar de dos grandes grupos en base a la sensación térmica que representan y a su relación con el entorno: los cálidos y los fríos.
En la primera categoría se incluirían el rojo, el amarillo, el naranja, el escarlata y el verde limón. Se trata de colores que apuestan por la positividad y que nos otorgan sensación de alegría, de diversión, de calor.
En el segundo grupo, los fríos, se encuentran inmersos colores tales como el azul, el violeta, el verde y el blanco, aunque este último no se considere un color como tal. Serenidad, sentimentalismo y frío son los que nos provocan aquellos que en decoración se utilizan para conseguir sensación de amplitud.
Además de todo lo expuesto tampoco podemos pasar por alto la existencia de lo que se da en llamar colores nacionales. Este es un término que se emplea para definir a aquellos que toma un país como identificativos y que, por tanto, aparecen en su bandera y demás emblemas.
Es interesante resaltar que existe una enfermedad que hace que quien la padezca tenga problemas para diferenciar los colores, concretamente el rojo, el verde y el azul. Se trata de una patología de tipo genético que se divide en varios grados: acromático, dicromático, monocromático o tricromático.
El concepto de color también se utiliza como sinónimo de colorido (“Me gusta ese cuadro: tiene mucho color”) y como el color natural de la tez humana (“El 90% de los jugadores de la NBA son de color negro”).
El término se usa, por otra parte, en sentido simbólico o figurado. El carácter peculiar de ciertas cosas, la cualidad especial que distingue algo y el matiz de opinión pueden nombrarse como colores: “La actriz aportó a su personaje un nuevo color”“El color trágico de su último libro es innegable”“Este gobierno no es de un solo color, sino que busca ser lo más inclusivo posible”.

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