Es conocido que consumir pescado tiene numerosos beneficios para la salud de la embarazada y de su bebé. Entre los más importantes, su aporte de proteínas de gran calidad y de ácidos grasos omega-3, cuyos efectos se relacionan con una
mejor capacidad intelectual de los niños. Sin embargo, ahora, científicos griegos han detectado una posible asociación entre un alto consumo de pescado en la
gestación con un mayor riesgo de obesidad infantil. ¿Qué hay de cierto en esta afirmación?
Concretamente, el estudio publicado en JAMA Pediatrics concluye que las mujeres que comían pescado más de tres veces por semana cuando estaban embarazadas dieron a luz a niños con valores de índice de masa corporal superior a los 2, 4 y 6 años de edad en comparación con las mujeres que comieron menos pescado.
Pescado & embarazo, a estudio
El estudio, llevado a cabo por Leda Chatzi, investigadora de la Universidad de Creta (Grecia), junto a otros investigadores, tiene unas muestras suficientemente amplias para ser tenido en consideración: analizó los datos de 26.184 mujeres embarazadas y sus hijos en estudios de cohorte europeos y americanos para examinar las asociaciones entre el consumo de pescado de la madre y el crecimiento infantil y el sobrepeso y la obesidad. También se hizo un seguimiento de los niños a intervalos de dos años hasta la edad de 6 años.
El promedio de la ingesta de pescado durante el embarazo varió entre las áreas de estudio con un rango de 0,5 veces por semana en Bélgica hasta 4,45 veces por semana en España. El alto consumo de pescado se fijó en una ingesta de más de tres veces a la semana, mientras que la baja ingesta de pescado era una vez a la semana o menos y el consumo moderado se estableció entre más de una vez, pero no más de tres veces a la semana. De los niños, 8.215 (el 31%) eran de crecimiento rápido desde el nacimiento hasta los dos años de edad, mientras que 4.987 (el 19,4%) y 3.476 (el 15,2%) eran niños con sobrepeso u obesidad en edades de 4 y 6 años, respectivamente.
Asimismo, el consumo elevado de pescado de la madre durante el embarazo se asoció con un mayor riesgo de un rápido crecimiento desde el nacimiento hasta los 2 años y con un mayor riesgo de sobrepeso u obesidad para los niños en edades comprendidas entre los 4 y los 6 años, en comparación con el consumo de pescado de la madre durante el embarazo de una vez a la semana o menos. La magnitud del efecto de la ingesta de pescado fue mayor en las niñas que en los niños.
El problema: los contaminantes del pescado
¿A qué puede deberse esa relación? Según apunta uno de los investigadores, Manolis Kogevinas, miembro del CREAL, “el pescado es una fuente común de exposición humana a los contaminantes orgánicos persistentes, que pueden ejercer propiedades de alteración endocrina y contribuir al desarrollo de la obesidad y el aumento de la adiposidad infantil", explica.
De hecho, ya en 2014, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) y la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE UU animó a las mujeres embarazadas, en lactancia o que puedan quedarse embarazadas a no consumir más de tres porciones de pescado a la semana para limitar la exposición del
feto al metilmercurio.
Incógnitas aún por desvelar
A pesar de ello, todavía hay muchas dudas por resolver. Por ejemplo, qué tipos de pescado y de cocción son más prejudiciales. En ese sentido, los investigadores remarcan que recolectaron información sobre el consumo de diferentes tipos de pescado, pero que no tenían datos suficientes para distinguir entre las especies de peces, los procedimientos de cocción o si eran de río o mar.
"Por otra parte, en ausencia de información sobre los niveles de contaminantes orgánicos persistentes entre los estudios de cohortes participantes, nuestra hipótesis de que la exposición asociada a los contaminantes de los peces puede desempeñar un papel en las asociaciones observadas sigue siendo especulativa", remarca Chatzi. Y concluye: "nuestros resultados están en línea con el límite de consumo de pescado durante el embarazo propuesto por la FDA y la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE UU".
Opinión del editor científico de Inatal: Estos son datos que se deben interpretar con mucha cautela porque las diferencias podrían ser debidas a otros factores. Los beneficios de comer pescado durante el embarazo están claros y no se deberían modificar las recomendaciones al respecto.