La contratación, promoción y financiación de los científicos excelentes se basa en métricas de impacto y productividad. Los más productivos suelen tener mayor impacto. ¿Se puede separar la productividad del impacto? Un nuevo artículo propone usar clones de científicos. Para evaluar a un científico con cierta producción se construye un clon (científico promedio) con la misma producción en su área de conocimiento (para ello se usan datos estadísticos); al comparar el impacto del científico con su clon se puede estimar su grado de excelencia.
Lo más curioso es que el nuevo método puede ser aplicado a cualquier métrica bibliométrica o cienciométrica. La excelencia se mide gracias a la diferencia para dicha métrica entre el científico y su clon (el valor z es la diferencia entre los valores medios normalizada por la desviación típica). Si eres aficionado a la bibliometría, te recomiendo leer a Jasleen Kaur et al., “Impact, productivity, and scientific excellence,” arXiv:1411.7357 [cs.DL].
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